Excelencias de la zona de Piamonte

Menú lleno de especialidades típicas locales
en Casale Monferrato

La Osteria Amarotto en Casale Monferrato ofrece a sus clientes un menú variado, lleno de especialidades típicas de la zona y de la tradición piamontesa.

El amor y la pasión impulsan al personal a prestar atención a cada detalle durante el servicio, para garantizar al cliente una experiencia inolvidable llena de sabor.
Desde 1940, la taberna sigue fielmente la tradición local y ofrece las mejores especialidades de la zona, como bagna cauda, pasta fresca, platos a base de trufa blanca, ensalada de carne cruda, carne hervida, agnolotti y exquisitos estofados en Barolo. Los chefs sabrán interpretar el gusto de cada cliente individual, satisfaciendo cada una de sus peticiones y necesidades y haciendo que su visita sea siempre agradable y relajante.

La exquisita carne cruda de Albese

Una de las especialidades piamontesas más conocidas es sin duda la carne cruda de Albese. Este tipo de carne se debe disfrutar fría, adornada con pétalos de trufa blanca.

Para ser considerado digno de tradición, este plato requiere un esmerado conocimiento de los ingredientes y su calidad, combinado con una perfecta dosificación de la materia prima.
Osteria Amarotto sabe conquistar a los clientes gracias a su interpretación, que hace que la carne sea muy suave, delicada y absolutamente deliciosa.
Descubre las tradiciones del lugar

EL CARPIÓN DE MONFERRINO

La receta del carpione que elaboramos nos la transmiten nuestras abuelas, un plato típico de la tradición piamontesa para evitar el calor del verano que, con el uso de la sal y el vinagre, favorece la excelente conservación de los alimentos.
la triada por excelencia la componen calabacín, huevo duro frito y milanesa de ternera de la piamontés fassona, también le hemos añadido milanesa de pollo.

El sabor atemporal de la bagna cauda

¿Quién no ha oído hablar nunca de la bagna cauda? Este manjar típico piamontés tiene una tradición muy antigua, de hecho parece haber nacido en la Edad Media para combatir la peste gracias a la abundante dosis de ajo que contiene. En los años siguientes, la Iglesia decidió prohibir esta especialidad porque comenzaron a correr rumores entre la gente de que el ajo tenía poderosas propiedades afrodisíacas.

Durante algún tiempo, por lo tanto, la bagna cauda dejó de servirse en conventos y monasterios. Esta especialidad, sin embargo, no cayó en el olvido porque en la ciudad de Vezzolano siguió siendo uno de los platos más codiciados tanto por el pueblo como por los peregrinos acogidos por los monjes y por las tabernas de la época.
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